Secreto Profesional

Como psicoterapeuta, tengo en todo momento el deber de mantener el secreto profesional, lo cual hace referencia al derecho que tiene el paciente a que la información brindada y todo aquello que suceda dentro del contexto terapéutico sea algo confidencial. Nadie recibe información sobre la persona o el tratamiento, a menos que sea el propio paciente quien me dé su autorización para hacerlo, y en caso necesario, contactar con un tercero.

Igualmente, en el caso de los menores de edad, solo los padres o tutores legales pueden autorizar la toma de contacto con un tercero. En caso de considerar relevante un intercambio de información, por ejemplo con el centro escolar o el médico de familia, debe quedar por escrito con quién o con qué institución yo, en calidad de psicóloga tendría dicho intercambio de información.