El procedimiento para adultos, en un primer momento, tratará de realizar una evaluación global del paciente y de los problemas que presenta y que son objeto y motivo de consulta.
Habitualmente dedicamos una o dos sesiones a recoger la información sobre las dificultades y sus circunstancias. Este proceso es muy importante, porque trabajamos con el método cognitivo conductual, basado en cómo la interpretación que hacemos del problema determina nuestras emociones y conductas y puede bloquear nuestra capacidad de responder eficaz y adaptativamente.
Tras la evaluación, el psicólogo realizará al paciente una devolución de los resultados obtenidos y se acordarán con el paciente los objetivos y metas terapéuticas de su tratamiento.
Los objetivos terapéuticos establecidos en la terapia psicológica serán adecuados y acordados con el paciente en función de las necesidades y problemáticas que plantee. El psicólogo trabajará junto con el paciente para mejorar su bienestar emocional.
En general, al comenzar se propone 1 sesión semanal (de 55 min de duración). Esta frecuencia se va ampliando y en la fase de seguimiento, se irán espaciando las sesiones.
Los tratamientos suelen tener una duración media de 12-18 sesiones, también depende del trabajo del paciente entre sesiones.
La psicoterapia es un proceso que elige el paciente con libertad y el resultado que se obtenga tras el tratamiento psicológico dependerá tanto de las competencias y destrezas profesionales del terapeuta como del grado de implicación y de motivación al cambio que tenga el paciente.
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